La verdad que te da libertad
"Dijo entonces Jesús a los judiós que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdadermaente mis discípulos; y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres."
Este breve pasaje bíblico habla de cuatro puntos importantes que debemos alcanzar si hemos creído en Jesucristo:
1. Permanecer en la Palabra.
Permanecer significa mantenerse sin cambios en un determinado estado, condición o situación; es decir, debemos llegar a la Palabra, cimentarnos en ella y no movernos de ahí. Cimentar es establecer las bases sobre las que consolidaremos nuestra vida espiritual; la Palabra es el terreno donde hemos de hacerlo.
2. Ser verdaderos discípulos.
Un discípulo es aquel que no solo recibe enseñanza de su maestro, sino que verdaderamente la hace parte de su vida y además la defiende. Llegar a ser un discípulo de Jesús requiere de entrega y dedicación (en una sola palabra: disciplina), por lo que no se muestra como un camino fácil.
3. Conocer la verdad.
Esto es el punto medular de la vida cristiana. Es alcanzar a comprender quién soy y qué necesito de Dios para tener un basto conocimiento de mi razón de vivir. Conocer esta verdad dependerá de nuestra disciplina al escudriñar la Palabra.
4. Alcanzar libertad.
Nos será perfectamente clara la palabra cuando dice "Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica." (1 Cor. 10:23), pues el mundo nos ofrece de todo y no tenemos restricción alguna para tomar de ello; pero el encontrar la verdad en la Palabra nos permitirá elegir lo que es mejor para nuestra vida y qué es lo que debo deshechar y todo a partir del perfecto plan de Dos para nuestra vida.
De una y mil maneras hemos vivido esclavizados a las cosas que el mundo nos ofrece sin encontrar satisfacción en ello; pero el Hijo vino a darnos la libertad que necesitamos.
Acércate y permanece en la Palabra para llegar a ser un verdadero discípulo de Jesucristo; con esto conocerás la verdad y esta verdad te permitirá alcanzar la libertad plena en Jesucristo.
San Juan 8:31, 32
Este breve pasaje bíblico habla de cuatro puntos importantes que debemos alcanzar si hemos creído en Jesucristo:
1. Permanecer en la Palabra.
Permanecer significa mantenerse sin cambios en un determinado estado, condición o situación; es decir, debemos llegar a la Palabra, cimentarnos en ella y no movernos de ahí. Cimentar es establecer las bases sobre las que consolidaremos nuestra vida espiritual; la Palabra es el terreno donde hemos de hacerlo.
2. Ser verdaderos discípulos.
Un discípulo es aquel que no solo recibe enseñanza de su maestro, sino que verdaderamente la hace parte de su vida y además la defiende. Llegar a ser un discípulo de Jesús requiere de entrega y dedicación (en una sola palabra: disciplina), por lo que no se muestra como un camino fácil.
3. Conocer la verdad.
Esto es el punto medular de la vida cristiana. Es alcanzar a comprender quién soy y qué necesito de Dios para tener un basto conocimiento de mi razón de vivir. Conocer esta verdad dependerá de nuestra disciplina al escudriñar la Palabra.
4. Alcanzar libertad.
Nos será perfectamente clara la palabra cuando dice "Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica." (1 Cor. 10:23), pues el mundo nos ofrece de todo y no tenemos restricción alguna para tomar de ello; pero el encontrar la verdad en la Palabra nos permitirá elegir lo que es mejor para nuestra vida y qué es lo que debo deshechar y todo a partir del perfecto plan de Dos para nuestra vida.
De una y mil maneras hemos vivido esclavizados a las cosas que el mundo nos ofrece sin encontrar satisfacción en ello; pero el Hijo vino a darnos la libertad que necesitamos.
Acércate y permanece en la Palabra para llegar a ser un verdadero discípulo de Jesucristo; con esto conocerás la verdad y esta verdad te permitirá alcanzar la libertad plena en Jesucristo.
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