¡Felíz cumpleaños... a mi!
Para ser honesto, nunca he estado al pendiente de mi cumpleaños; es más, si no fuera por mi esposa, por mis papás y mis hermanos, e incluso por Facebook, realmente pasaría inadvertido para mi. Pero hoy fue diferente, hoy reflexioné un poco en lo que significa cumplir 42 años de edad.
Encuentro en Salmos 90:10 la siguiente afirmación de David:
Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.
Significa que la media divina de vida humana es de setenta años, pero como soy muy optimista y creo que suelo engañarme a mi mísmo, me considero entre 'los más robustos' (No significa 'gordito saludable', según el diccionario Strong es H1369: gueburá que significa fuerza, e implícitamente esfuerzo, fortaleza, fuerza, hazaña, hecho, poder, poderío, poderoso, potencia, potente, robusto, valentía.) y me convenzo de que alcanzaré los ochenta años de edad.
Es decir, he pasado ya la primera mitad de mi vida; llevo dos pasitos adelante después de la media y esto realmente me motiva (¿creíste que escribiría 'preocupa'?).
Ahora me detengo a echar un vistazo allá atrás, no para añorar cosas, ni para lamentarme por lo que pude haber hecho y no hice, mucho menos para deprimirme pensando si he perdido tiempo o si lo he aprovechado. No. Echo un vistazo hacia atrás en la convicción de ver que he crecido, he cambiado, he hecho cosas que hace unos años atrás no me creía yo mismo que podría lograr. ¿Pero qué hubo ahí para poder hacerlo? Sin duda podría hacer una lista interminable de nombres de personas que estuvieron para alentarme, para echarme porras: mis papás, mis hermanos, familia que tuvo que emigrar a los Estados Unidos y hasta algunos buenos amigos que de pronto desaparecieron; también otras tantas personas que estuvieron para tratar de meter una zancadilla a mi intrincado andar diario; seguramente no se imaginaron cuán fuerte me llevaron a ser.
Pero hoy mi familia es diferente a cuando yo tenía 21 años; hoy mi familia se compone de mi esposa y un pequeño gritón y berrinchudo a quien Dios le dió el nombre de Samuel (Su llegada, su nombre y hasta sus chinos tienen una historia interesante que en algún momento he de compartir).
Justo después de la Creación, Dios instituye la base de toda sociedad: la familia. Pero en particular tengo presente una indicación que nos dió y que sigue vigente hasta nuestros días:
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. - Génesis 2:24
Es importante destacar que es una instrucción no para la nueva familia, no para la mujer, sino para el varón, para el nuevo esposo. ¿Qué significa esto? Que a partir de que me uní en matrimonio con Loida, mi prioridad es ella (como mi nueva familia) y tengo que velar por ella y para este momento se ha agregado mi pequeño Sam a mi lista de prioridades.
El papel que ella juega en mi vida es mucho más que el de 'la esposa' porque con ella he encontrado fortaleza y motivación, he sentido lo rico que es saberse amado y valorado por alguien especial, he aprendido a expresar mis sentimientos y emociones, he descubierto que puedo hacer mucho más de lo que en el pasado me hicieron creer. En su papel de ayuda idónea (Génesis 2:18-22) me ha soportado y me ha impulsado a esforzarme cada día, a seguir adelante con todo y a pesar de todo.
Es mi cumpleaños número 42 (¿por qué muchos se niegan a decir y reconocer su edad?) y en mi biografía de Facebook hay una grande y hermosa lista de mensajes de entrañables amigos y familia que se han tomado un tiempo para enviarme una felicitación por este acontecimiento, asimismo por mensajes personales a través de Messenger y Whatsapp y no podría expresar correctamente cuanto agradezco con el corazón a mi Padre Celestial el que pueda saberlos ahí. Pero hoy como nunca lo pasé con mi familia: mi esposa, mi hiijo, mis papás, mis hermanos, mis suegros, mis cuñados; personas tan cercanas a mi que saben mucho de lo que he pasado en estos años y aun con eso permanecen ahi.
Para todos ustedes hoy solo encuentro una palabra: ¡Gracias!
Por apreciarme, por considerarme, por amarme, por estrecharme (física o virtualmente), por hacer mi vida importante. Para cuando mi hijo alcance la mitad de la media divina de vida (40 años, porque también será de 'los más robustos'), si Dios no dispone algo diferente antes, yo estaré terminando mi ciclo de vida y espero ver a muchos de ustedes todavía ahí, echandome porras, motivandome... amándome como soy.
24 Jehová te bendiga, y te guarde;
25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.Números 6:24-26
2 comentarios
Hermano...gracias por compartir su sentir, me es grato leer este texto, en verdad es de bendición!!
ResponderBorrarDios le bendiga grandemente, asimismo que el Eterno le siga concediendo por su infinita misericordia muchos años más....!!!
Agradezco mucho la visita, el comentario y las bendiciones; sin embargo, me sería muy grato saber quién escribe porque sólo aparece como un comentario anónimo.
BorrarEn todo caso me es de gran gozo el saber que esto que comparto pueda ser de edificación.